viernes, 31 de diciembre de 2010

Synergy. The Jupiter Menace O.S.T.

La banda sonora del documental The Jupiter Menace
The Jupiter Menace, la primera banda sonora
realizada por Larry Fast como Synergy.
En el terreno cinematográfico, los años 70 y primeros 80 estuvieron caracterizados por el género llamado "cine de catástrofes". Hubo películas para todos los gustos, desde aquellas que escenificaban terribles accidentes aéreos, rascacielos en llamas, transatlánticos que zozobraban ante un tsunami devastador o terremotos más o menos mortíferos, hasta aquellas que mostraban sin cortapisas el fin de la humanidad  tal y como la conocemos por medio de un accidente nuclear o la colisión de un meteorito contra la Tierra. 

La proliferación de estos "disaster films", que han prolongado su éxito hasta nuestros días, también contó con numerosas aportaciones en el terreno de los documentales más sensacionalistas, sustentados en profecías y toda clase de supercherías sin la menor base científica. No era extraño en aquella época encontrar noticias en portadas de diarios sobre el avistamiento de OVNIS, del que incluso se hacían eco los informativos de televisión. Esta fiebre por lo desconocido favoreció la aparición de programas que trataban los más diversos temas misteriosos, enigmáticos o abiertamente sobrenaturales, que podían ir desde las desapariciones de barcos y aviones en el denominado Triángulo de las Bermudas o las abducciones por parte de seres extraterrestres, pasando por la existencia del mítico continente perdido de la Atlántida, los orígenes de civilizaciones antiguas como los mayas o los egipcios y todo tipo de sucesos paranormales.

The Jupiter Menace (Lee Auerbach/Peter Matulavich, 1982), se encuadra como miembro de pleno derecho en ese género del "cine de catástrofes", contando además como narrador y presentador con uno de los actores más característicos del mismo, el veterano George Kennedy, famoso por ser uno de los protagonistas de la saga de films Aeropuerto.

lunes, 27 de diciembre de 2010

El sonido de la velocidad

El sonido de la velocidad, ensayo pionero sobre la relación de cine y música electrónica
Ensayo pionero en la relación entre el
cine y la música electrónica.
"La música electrónica tiene la capacidad de generar 24 imágenes por segundo porque a su vez es capaz de generar un espacio, de construir una atmósfera, de dibujar una arquitectura acústica. Precisamente en la construcción de una experiencia que no necesita palabras para expresarse está la clave de todo: la música electrónica es la música visual por excelencia. Ésta es, por lo tanto, la historia de un matrimonio cuya vida es mucho más larga, complicada y estimulante de lo que podría pensarse en un primer momento. Un matrimonio entre el sonido y la velocidad de las imágenes".
Con esta cita que preside la contraportada del ensayo El sonido de la velocidad (VV.AA, Alpha Decay, 2005), se resume a la perfección la esencia de la obra y la relación que pretende establecer entre el Séptimo Arte y la música electrónica. 

Con textos a cargo de Dj Spooky, Oriol Rossell, Jordi Costa, Quim Casas, Miguel Fernández Labayen, David Broc, Javier Ariza, Javier Blánquez, Héctor Castells, Roc Jiménez, Pablo G. Polite y Sergi Sánchez, El sonido de la velocidad se erige como una referencia bibliográfica esencial, no ya sólo dentro del yermo panorama de la publicación de libros relacionados con la música electrónica o las nuevas tecnologías musicales en España, sino como un trabajo referencial a nivel internacional, y hasta donde se tiene constancia, por ser el primero en su género.

Por increíble que parezca, las relaciones entre cine y música electrónica se encuentran diseminadas en multitud de libros, generalmente anglosajones, sobre la historia de la música electrónica, pero ninguno con anterioridad a éste y tampoco después de su publicación se ha atrevido a hacer un estudio tan valiente como el que aparece aquí.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Synergy. Computer Experiments Volume One

Computer Experiments, el LP atmosférico de Synergy
Computer Experiments Volume One (1981),
el álbum 'ambient' de Synergy.
La música por ordenador había entrado en el alcance del radar de Larry Fast a mediados de los años 70. Siempre atento a todas las novedades y desarrollos tecnológicos de vanguardia con aplicaciones musicales, ya había utilizado un ordenador Apple II para secuenciar en su álbum Cords de 1978. Asimismo, desde 1976 mantenía contactos con los Bell Labs y sus experimentos en dicho centro con el prototipo de sintetizador digital Alles Synthesizer, se concretaron en el álbum Games (1979). Todo este bagaje con la música generada por ordenador desembocó en Computer Experiments Volume One, el álbum más atípico en la carrera de Synergy.

Larry Fast comenzó el proyecto de Computer Experiments Volume One sin tener en mente la idea de hacer un álbum. Simplemente comenzó a experimentar para averiguar dónde estaban los límites de un ordenador al que el propio compositor le confiriese de mayor control sobre la composición musical. En este sentido, este álbum supone un punto y aparte, un proyecto totalmente distinto respecto a las grabaciones totalmente controladas en cuanto a la composición, programación de los sonidos y producción final que habían caracterizado hasta entonces la trayectoria discográfica de Synergy.

En 1980 Fast ya no tenía acceso a la exclusiva tecnología de los Bell Labs. No obstante, gracias a su amigo John Simonton, fundador de PAiA Electronics -una pequeña firma especializada en la fabricación de módulos de sintetizador en kit, radicada en Oklahoma City-, tuvo acceso a "Pink Tunes", un 'software' que el propio Simonton había escrito y que era capaz de generar un cierto grado de aleatoriedad controlada por el compositor. 

lunes, 20 de diciembre de 2010

Oskar Sala. Die vergangene Zukunft des Klanges

La historia de Oskar Sala y el trautonium
Cartel del documental biográfico sobre Oskar Sala.
En los últimos años, y sobre todo con la aparición del formato DVD, los "audionautas" que buscamos conocer más detalles sobre la historia de la música electrónica, hemos visto satisfechas nuestras expectativas. Leon Theremin, Robert Moog, Bruce Haack, Jean Jacques PerreyRaymond Scott o Erkki Kurenniemi son sólo algunos de los pioneros que cuentan con documentales dedicados a glosar su vida, su obra y su legado.

En esa ilustre lista faltan personalidades de la talla de Pierre Schaeffer o Karlheinz Stockhausen que todavía no tienen un film a la altura de su trascendencia histórica dentro de la música del siglo XX. Con otros en cambio, como es el caso de Oskar Sala que hoy nos ocupa, sí existe un documental, pero desgraciadamente no ha podido ser editado todavía y su exhibición sólo se ha hecho por medio de festivales de cine o ciclos dedicados a la figura del artista.

Ante esta situación, hace alrededor de un año me puse en contacto vía email con la productora alemana Upstart! para ver si existía alguna posibilidad de adquirir el documental Oskar Sala. Die vergangene Zukunft des Klanges, dirigido en el año 2000 por Oliver Rauch e Ingo Rudloff. Desde la productora a su vez remitieron mi correo electrónico a Oliver Rauch, que muy amablemente me contestó y me habló entre otras cosas de lo inspiradora que era la figura y la obra de Sala, y que él y Rudloff, el co-director, llevaban batallando casi diez años para que se editara el documental en DVD, pero que diversos problemas de índole legal con las licencias de la película, les habían impedido conseguir su objetivo.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Synergy. Audion

Audion, el quinto proyecto de Larry Fast como Synergy
Audion (1981), el quinto álbum de Synergy.
Cuando empezó el proceso de composición de su quinto álbum, Audion (1981), Larry Fast acababa de finalizar su colaboración de cuatro años (1976-1980), en los Bell Labs, cuyos frutos se vieron mínimamente reflejados en su álbum Games (1979). Sin embargo, los precios prohibitivos de los nuevos instrumentos digitales que comenzaban a aparecer en el mercado, como el Crumar GDS, el Fairlight CMI o el NED Synclavier y el hecho de no pertenecer a su círculo de desarrolladores, no le permitieron a Fast acceder a la tecnología digital que había experimentado en el avanzado centro de investigación.

No sería hasta 1987, en su álbum Metropolitan Suite con el que Larry Fast podría abrazar de lleno la era digital. Aunque hasta entonces no pudo disponer de ella en sus propios álbumes, sí lo hizo, no obstante, en el álbum Peter Gabriel 4 (1982), y en sus colaboraciones en trabajos de otros artistas.

Por tanto, para Audion Larry Fast se tuvo que conformar con refinar todavía más sus grabaciones analógicas. Desde un punto de vista de síntesis, Fast estuvo capacitado para explorar las texturas sonoras con un mayor grado de detalle gracias a un equipo más sofisticado, en el que destacaba especialmente el Sequential Circuits Prophet 5, mayor control del ordenador en algunos procesos como la secuenciación y el complemento de los efectos digitales.

En esta ocasión, el Synergy Studio había alcanzado el suficiente grado de sofisticación como para obtener por vez primera resultados óptimos en ocho pistas, no muy alejados de los resultados que obtendría Fast en la mezcla final en los estudios The House Of Music en 24 pistas.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Keyboard Presents: The Best Of The '80s

Las mejores entrevistas de Keyboard recopiladas en The Best Of The '80s
Los artistas, los instrumentos y las técnicas que según
Keyboard definieron musicalmente los años 80.
Desde 1975, la revista especializada estadounidense Keyboard es probablemente la más popular en el mundillo de los instrumentos electrónicos a ambos lados del Atlántico, y una de las más prestigiosas del sector junto con la también estadounidense Electronic Musician y la británica Sound On Sound. Aunque originalmente se centraba en los análisis de todo tipo de teclados y sintetizadores, además de entrevistas a diversos teclistas y sintesistas, con la popularización de la informática con fines musicales en los años 90, ampliaron su campo de acción y fueron incorporando nuevas secciones dedicadas a la música digital: sintetizadores por software, secuenciadores y las más variadas herramientas de grabación en estudio.

El paso de los años, cambios de manos en la propiedad de la revista, la competencia de internet, así como el cese de algunos de sus editores históricos como Jim Aikin o Ernie Rideout, han provocado que en los últimos tiempos Keyboard haya perdido muchos enteros, o lo que es lo mismo, que tenga un menor número de páginas y menos lectores. Así y todo, se mantiene como una revista de referencia dentro del sector de las publicaciones profesionales sobre equipos e instrumentos electrónicos.

Precisamente Ernie Rideout, antes de dejar su cargo (aunque sigue colaborando con la publicación), junto a los editores Stephen Fortner y Michael Gallant se encargaron de realizar un compendio de las mejores entrevistas realizadas, en su mayor parte por antiguos redactores de la revista como Dominic Milano y Bob Doerschuck, durante la década de los 80, y agruparlas en un libro bajo el nombre Keyboard Presents: The Best Of The '80s (Backbeat Books, 2008).

viernes, 10 de diciembre de 2010

Synergy. Games

Portada del cuarto álbum de Larry Fast, Games
La impactante portada del cuarto álbum
de Synergy, Games (1979).
Si en algo se había caracterizado desde el principio la carrera de Larry Fast con su proyecto Synergy, había sido por el hecho de estar siempre a la vanguardia tecnológica en materia musical. Diversas firmas de instrumentos electrónicos, entre ellas Moog y Oberheim, recurrían a Fast como músico probador de sus nuevos instrumentos y en varias ocasiones, como en el caso del Polymoog, también participaba como consultor técnico en su desarrollo.

Lo que no se sabía es que desde 1976, poco después de finalizar la grabación de Electronic Realizations For Rock Orchestra, Larry Fast había entrado en contacto, por medio de Bob Moog con los AT&T Bell Laboratories (actualmente Alcatel-Lucent Bell Labs), que desde 1925 es uno de los principales centros de investigación de vanguardia, y que cubre áreas que abarcan desde la  propia invención del transistor, el láser o las placas solares hasta los satélites de comunicaciones. Por lo visto en dicho centro buscaban un músico con suficientes conocimientos en el campo de la ingeniería informática como para ejercer de probador y consultor, y ser al mismo tiempo capaz de comunicarse en los mismos términos que los científicos.

Recordemos que Larry Fast no era precisamente un profano en el terreno de la ingeniería informática y la programación, ya que venía experimentando de manera directa con ordenadores en su música desde su álbum Cords (1978), en el que por vez primera utilizó un Apple II para secuenciar, y previamente había utilizado programas escritos en BASIC por él mismo en el micro-ordenador KIM-1, ambos basados en el procesador MOS 6502.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Novachord. ¿El primer sintetizador polifónico en 1938?

El sintetizador de 72 voces de polifonía Hammond Novachord
El Hammond Novachord, el primer sintetizador polifónico.
Seguro que muchos os preguntaréis ¿cómo es posible que alguien se plantee siquiera que en 1938 se inventara el primer sintetizador polifónico? ¿Y si añadiera además que tenía una polifonía de 72 voces y era un sintetizador analógico aditivo? Seguramente antes de terminar la frase ya estaríais llamando al manicomio más cercano. Aunque pueda parecer lo contrario, no he perdido la razón... todavía.

Bromas aparte, para el que esto escribe, la invención del Hammond Novachord es una más de las grandes gestas que jalonan la historia de la música electrónica. Una de esas historias que parecen provenir de una realidad paralela, y más cuando los 'supuestos' primeros sintetizadores polifónicos comerciales no se hicieron una realidad hasta 35 años después del proto-sintetizador diseñado por John M. Hanert, Laurens Hammond y C.N Williams.

Probablemente si me hubieran contado esta historia cuando recién estaba introduciéndome en la historia del sonido electrónico, a buen seguro no la hubiera creído. De hecho aún hoy cuesta asimilarla, y desde mi punto de vista, va directamente al cajón de los 'expedientes X' de la música electrónica. Entre la extensa bibliografía que he podido consultar sobre sintetizadores y otros instrumentos de teclado, el Novachord prácticamente no aparece ni mencionado y si lo hace, se refieren a él como un órgano eléctrico o un piano electrónico (sic). Esta presencia testimonial quizá se deba a los otros productos de su fabricante Hammond (los órganos eléctricos/electrónicos), lo que ha provocado que durante décadas muchos no lo consideraran como un sintetizador.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Synergy. Cords

La portada de Cords (1978), diseñada
por la compañía británica Hipgnosis.
Larry Fast retomó su carrera en solitario como Synergy con Cords, su tercer álbum, en septiembre de 1978. Su obra más madura y compleja hasta entonces, llama la atención a primera vista por la enigmática portada creada por la compañía británica Hipgnosis, generadores de todo un estilo visual para los artistas punteros surgidos en los años 70, como es el caso de Genesis, Peter Gabriel, Pink Floyd o The Alan Parsons' Project entre muchos otros, y muy vinculada al espíritu de libertad creativa y mentalidad abierta que se originó en dicha década. 

El trabajo desarrollado en Cords comenzó a gestarse a finales del verano de 1977. Fast tenía entonces un contrato discográfico con Passport Records, sello que le obligaba a entregar un disco anual, no obstante, su participación en la banda progresiva Nektar y en el segundo álbum de Peter Gabriel, retrasó la aparición de un nuevo álbum como Synergy hasta finales de 1978.
 
Es sus dos primeras obras, Fast solía incluir un comentario en el que se jactaba de la no presencia de guitarras en sus elepés, y que decía textualmente "and nobody played guitars" dado que en aquella época, bandas como Queen en su primer álbum hicieron lo contrario e incluyeron pegatinas en las cubiertas de los discos indicando textualmente "and nobody played synthesizers!", ejemplo que siguieron otros artistas. Sin embargo, para Cords, Fast incorpora por vez primera un controlador digital de guitarra, sistema a través del cual con una guitarra eléctrica se podían comandar diversos sintetizadores analógicos

lunes, 29 de noviembre de 2010

Theremin: An Electronic Odyssey

Edición en DVD del documental sobre la vida de Theremin
La vida de Lev Termen, un inventor genial.
Probablemente una de las vidas más apasionantes del siglo XX haya sido la de Lev Termen, más conocido por el galicismo de Léon Theremin. Tanto es así que para el que lea la biografía Theremin: Ether Music And Espionage (2000), de Albert Glinsky o vea el documental Theremin: An Electronic Odyssey (1993), de Steven M. Martin que hoy nos ocupa, le parecerá increíble que Hollywood no haya puesto todavía la vista en la figura del genial inventor y haya producido como mínimo una mini-serie sobre un personaje con una trayectoria vital tan interesante y llena de sucesos de todo tipo como la de Termen: Revolución Soviética, Primera Guerra Mundial, inventos adelantados a su tiempo, amores imposibles, fama y dinero, ruina económica, desapariciones misteriosas, campos de trabajo en Siberia, espionaje para el KGB... fueron sólo algunos de los acontecimientos de su vida.

La aparición de Theremin: An Electronic Odyssey en 1993 supuso una revelación para muchos. En aquel momento no existía nada parecido al 'boom' de hoy en día por el theremin, sino que lo utilizaban unos pocos nostálgicos, contados músicos profesionales y algunos aficionados al 'do it yourself' electrónico. El sonido del theremin nunca desapareció del todo del imaginario colectivo, no obstante, tras el paso del documental por diversos certámenes cinematográficos, así como los galardones obtenidos en los festivales de Sundance y San Francisco, despertó de nuevo el interés por la figura casi olvidada de Lev Sergeyevich Termen y su instrumento, entre una gran minoría de entusiastas de todo el mundo. 

viernes, 26 de noviembre de 2010

Richard Vimal. Aquarythmies

Portada de Aquarythmies de Richard Vimal
El único álbum del sello Deimos Music, el 
recopilatorio de Richard Vimal, Aquarythmies.
Si hubiera que referirse a uno de los ángeles caídos de la música electrónica popular francesa de los años 70, ésos que nadie ya recuerda, o de los que ni tan siquiera su nombre es una simple nota al margen en un libro o una página web, ése sería sin duda Richard Vimal.

Cuando se habla de música electrónica en Francia siempre sale a relucir el nombre del héroe indiscutible de la industria discográfica de aquel país: Jean Michel Jarre. Sin embargo, a la par que Jarre, hubo toda una serie de compositores, que con mayor o menor fortuna, vieron en los sintetizadores una nueva vía de expresión musical. Nombres como Richard Pinhas (y su grupo Heldon), Didier Bocquet, Joël Fajerman, Zanov, Serge Ramses, Bernard Szajner, el dúo Space Art o ya más metidos en la música disco Didier Marouani y su grupo Space, son sólo algunos de los que también hicieron su aportación a la historia de la música electrónica francesa.

El caso de Richard Vimal no deja de ser curioso. Nacido en Toulouse en 1952, Vimal no recibió ningún tipo de educación musical formal, sino que se formó de un modo autodidacta en la guitarra y el piano desde muy temprana edad. En 1973 se embarcó en un proyecto discográfico del sello Barclay producido por Dominique Perrier (más tarde fundador de Space Art, parte integrante del grupo Space y miembro estable en los 80 y 90 de la 'troupe' de estudio y directo de Jean Michel Jarre). En ese LP, Je Vous Salue Leur France -que era un álbum de 'chanson française'-, y a través de Perrier, Vimal descubrió los sintetizadores, de los que se hizo buen uso durante las sesiones de grabación.


Poco después, Vimal adquirió un sintetizador monofónico Roland SH-3 y en 1976 firmó un contrato por diez años con la multinacional Polydor, el mismo sello que en 1977 llevaría al estrellato a Jean Michel Jarre con Oxygène, y que entre 1979 y 1985 editaría gran parte del mejor material surgido de los Nemo Studios de Vangelis.

lunes, 22 de noviembre de 2010

La magia sonora del Ondes Martenot

El ondes Martenot interpretado por su inventor Maurice Martenot
Maurice Martenot interpretando el instrumento
que lleva su nombre.
El ondes Martenot es junto con el theremin, el único instrumento electrónico anterior a la Segunda Guerra Mundial que ha llegado hasta nuestros días en un buen estado de salud. Decenas son los ondistas -tal y como se denomina a los intérpretes del instrumento-,  que ofrecen conciertos y cada año se incorporan nuevas obras a su repertorio.

Aunque comenzó a trabajar en el instrumento que lleva su nombre en 1919, Maurice Martenot (1898-1980), no presentó públicamente la primera versión del mismo hasta 1928. El inventor, al igual que Lev Termen, un joven violonchelista, había sido radiotelegrafista durante la Primera Guerra Mundial (también igual que Termen), período en el que se hizo célebre entre los soldados franceses por extraer melodías electrónicas de su equipo de radio. El impacto causado por semejante hazaña para aquella época y el tipo de sonidos similares a los del ladrido de un chihuahua provocaron que la tropa apodara a Martenot como "le chien mexicain" (el perro mexicano).

El ondes Martenot se basaba en el principio del heterodino, basado en la tecnología del triodo o tubo de vacío, al igual que el theremin, el trautonium y todos los instrumentos electrónicos anteriores a 1947, fecha de la invención del transistor (que se comercializaría una década más tarde). La primera encarnación del ondes Martenot se tocaba al igual que el theremin, a cierta distancia del instrumento, con la diferencia de que en el theremin no había contacto alguno entre el intérprete y el instrumento, mientras en el ondes Martenot el intérprete llevaba un fino cable metálico anillado al dedo índice conectado al instrumento. Con el acercamiento y alejamiento del cable respecto al instrumento, el ondista determinaba los tonos.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Synergy. Sequencer

Sequencer, segundo trabajo de Larry Fast como Synergy
La semilla de Synergy germina en la
portada del álbum Sequencer.
Tras el éxito de Electronic Realizations For Rock Orchestra, Larry Fast se embarca entre octubre de 1975 y abril de 1976 en el proceso de grabación de su segundo álbum, Sequencer, con su alias artístico de Synergy. Las mezclas finales se realizaron entre abril y mayo del mismo año en los estudios The House Of Music de Nueva Jersey y el LP finalmente se publicó en mayo de 1976.

En este álbum tuvieron lugar una serie de cambios significativos a nivel tecnológico, dado que se pasa de una grabación de 16 a 24 pistas, y gracias a la incorporación del Moog System 15 se pasó de la casi total monofonía del equipo del primer LP a una rudimentaria duofonía en algunos pasajes musicales, si bien el resto del equipamiento era prácticamente el mismo que en su disco de debut, excepción hecha del Mellotron, que ya no volverá a aparecer más en un disco de Synergy.

Sequencer se abre con el tema "S-scape", inspirado según el propio Fast, 
en la música del grupo The Who en sus acordes iniciales y en la "Troika" de la Suite Sinfónica del Teniente Kijé Op. 60 (1933), del compositor ruso Sergei Prokofiev en la sección de cuerdas. La pieza se abre con cierto aire de fanfarria anunciatoria de aire clasicista que avanza hacia tonos pastorales, con el secuenciador omnipresente a lo largo de toda la pieza; al comienzo en primer plano, para después pasar a ocupar un lugar más discreto. Como es habitual en una pieza electrónico-progresiva, hay un cambio de tempo configurando una parte rítmica en su tramo final.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Edward Artemiev's Musical Universe. Tatiana Yegorova

Edward Artemiev retratado en la portada de Edward Artemiev's Musical Universe
Portada de la biografía Edward Artemiev's 
Musical Universe de Tatiana Yegorova.
La historia de la música electrónica tras el Telón de Acero es uno de esos temas apasionantes y poco estudiados, sobre los que existe escasísima bibliografía disponible. Fue por ello una grata sorpresa localizar durante el verano de 2009 la biografía del gran compositor ruso Edward Artemiev llamada Edward Artemiev's Musical Universe, escrita por Tatiana Yegorova y publicada por la editorial rusa Vagrius en 2007.

Para el que no le conozca, Edward Artemiev (Novosibirsk, 1937), es un pionero en la extinta Unión Soviética de la música electrónica, en la que fue introducido por el ingeniero Evgeny Murzin, inventor de uno de los más singulares instrumentos electrónicos jamás creado; el sintetizador foto-electrónico ANS, del que ya hablaremos con mayor profundidad en otra entrada.

A lo largo de su trayectoria, Artemiev ha realizado álbumes de rock progresivo, música para teatro y televisión, los más diversos trabajos electroacústicos, óperas... pero sobre todo es conocido en occidente por su faceta como compositor de las bandas sonoras de dos de los más grandes cineastas rusos de todos los tiempos: Andrei Tarkovsky y Nikita Mikhalkov. Suyas son por ejemplo, las partituras de títulos emblemáticos como Solaris (1972), Zerkalo (1975), y Stalker (1979), de Tarkovsky y Urga (1991), Quemado por el Sol (1994), o 12 (2007), por parte de Mikhalkov.

Como suele suceder con muchos artistas, y a pesar de las más de 150 bandas sonoras cinematográficas realizadas y decenas de obras para otros medios, Edward Artemiev es más conocido en el extranjero que en la propia Rusia. En este sentido la obra de Tatiana Yegorova, tiene la intención de arrojar más luz sobre la vida personal y trayectoria musical de un músico poco reconocido pero imprescindible.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Synergy. Electronic Realizations For Rock Orchestra

El primer álbum en solitario de Synergy/Larry Fast publicado en 1975
Portada del álbum de debut de Synergy.
Para aquellos familiarizados con la trayectoria del ex-cantante del grupo Genesis, Peter Gabriel, seguramente el nombre de Larry Fast no les debe de sonar desconocido. Fast fue durante diez años (1976-1985), el brazo derecho de Gabriel, encargándose de la producción electrónica de sus álbumes en solitario del período, e introdujo al cantante británico en el uso de los primeros samplers como el Fairlight CMI o el E-mu Emulator. Paralelamente a su actividad con Gabriel y también como cotizado músico de sesión y de directo para artistas tan dispares como el grupo Nektar, Tony Levin o Jonn Serrie, entre muchos otros, Larry Fast realizó una carrera paralela en solitario desarrollando su gran pasión por la música electrónica con el nombre artístico de Synergy.

La elección del nombre de su proyecto musical no fue casual, ya que partiendo de la idea difundida por Brian Eno y Robert Fripp (a la postre totalmente acertada), según la cual el futuro de la música iba a estar integrado por "pequeñas células musicales autosuficientes", Fast creó un "grupo" de un solo miembro, libre, expandible ocasionalmente a más miembros, basado en la música electrónica, pero que podía abarcar trabajos multimedia, rock y formas clásicas, así como desarrollos tecnológicos en el campo de la electrónica. A la audacia de tales planteamientos, cabe añadir, que Fast por aquel entonces contaba solamente con 23 años de edad. 

lunes, 8 de noviembre de 2010

Jörg Mager. El genio huraño (V).

Un trágico destino


Stärker als Paragraphen, la única película realizada 
que cuenta con efectos sonoros de partiturophon.
En enero de 1933 el partido Nacional Socialista se hizo con el poder en Alemania y en cuestión de semanas los teatros de ópera y salas de conciertos comenzaron a estar controladas por matones del partido Nazi que no dudaron en expulsar y acosar a todos los empleados de estas instituciones que fueran judíos, izquierdistas y demás “bolcheviques culturales”. Los nazis consideraban que la cultura tenía que ser “un arma en manos del Estado”. Desde las altas instancias del Reich se le negó a Jörg Mager la posibilidad de comercializar sus instrumentos fuera de Alemania, de hecho el propio Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda, denegó dichos permisos.

A pesar del opresivo clima político, Mager tuvo la posibilidad de demostrar la capacidad del partiturophon en 1936 para un film de la UFA llamado Stärker als Paragraphen dirigido por Jürgen von Alten, y con música de Rudolf Perak, en el que los efectos sonoros que correspondían a las visiones alucinatorias de su protagonista eran creados por el instrumento de Mager.

Tras esos últimos y breves destellos, la carrera de Jörg Mager se ralentizó sobremanera, se encontró con múltiples obstáculos y entró en una espiral descendente. El último instrumento de Mager, el kaleidophon fue completado en 1939 y aunque su historia no está documentada se ha descrito de un modo ciertamente ambiguo como “un instrumento electrónico monofónico con caleidoscópicas mezclas sonoras”, siguiendo los preceptos tonales de Arnold Schönberg, y Ferruccio Busoni

viernes, 5 de noviembre de 2010

Oskar Sala. Subharmonische Mixturen

Subharmonische Mixturen, obra cumbre de Oskar Sala con el Mixturtrautonium
Subharmonische Mixturen, un álbum 
clásico en la discografía de Oskar Sala.
Hace ahora algo más de ocho años, el 26 de febrero de 2002 fallecía a la edad de 91 años Oskar Sala, el último gran representante de la música electrónica anterior a la Segunda Guerra Mundial. Con su muerte se extinguió definitivamente la llama de una generación de pioneros que además de desarrollar nuevos instrumentos como el Trautonium, el Ondes Martenot o el Theremin, fueron capaces de alcanzar altas cotas de expresividad con sus propias composiciones, años, incluso décadas antes de que el sintetizador se convirtiera en una realidad tangible.

Para aquellos que no sepan qué es un Trautonium cabe indicarles que su nombre proviene del de su inventor, el ingeniero alemán Friedrich Trautwein. En origen se concibió como un instrumento solista de concierto y para musicalizar programas de radio. Se trataba de un instrumento monofónico,
basado en la tecnología del tubo o válvula de vacío, inventada por el estadounidense Lee DeForest en 1906, y que fue la base de los instrumentos y aparatos electrónicos -no sólo con fines musicales-, hasta la invención del transistor en los Bell Labs a finales de 1947.

Esta válvula de vacío era el generador de una forma de onda (un sonido), de forma continua. Hasta entonces instrumentos como el Theremin y el Ondes Martenot generaban ondas senoidales (ondas puras, sin armónicos), pero la gran aportación de Trautwein fue la introducción en su instrumento de una onda en rampa o de diente de sierra en el circuito de oscilación, que se producía añadiendo a la onda senoidal principal otras iguales a diferentes frecuencias y volúmenes, es decir, se le agregaban armónicos, algo entonces completamente nuevo.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

The Alchemists Of Sound. The BBC Radiophonic Workshop

Desmond Briscoe, Dick Mills, Peter Howell, y otros miembros del Radiophonic Workshop en 1978
Los miembros del BBC Radiophonic Workshop 
 en 1978. Sentados en primer término Peter Howell, 
 Desmond Briscoe y Dick Mills.
Los exponentes británicos de la experimentación electrónica desde finales de los años 50 no se encontraban en laboratorios de científicos de rigurosa bata blanca de firmas como Siemens en Múnich o Philips en Eindhoven, ni tampoco en reductos elitistas de la experimentación como era el caso del GRM en París o los estudios de la WDR en Colonia, englobados dentro de las empresas de radiodifusión estatales de Francia y Alemania respectivamente.

En el Reino Unido, en cambio, tomaron el camino de en medio, y la British Broadcasting Corporation (BBC), creó un departamento de sonorización para radio y televisión que tendría una importancia fundamental en la popularización de los sonidos electrónicos en Gran Bretaña  y en medio mundo desde los años 60 hasta nuestros días. Ese departamento, conocido como BBC Radiophonic Workshop, que estuvo en activo durante cuarenta años (1958-1998), fue un paso más allá que los centros y laboratorios de otras naciones, sacando la música electrónica de oscuros estudios experimentales para unos pocos y dándola a conocer al gran público por medio de 'jingles' y sintonías para todo tipo de programas de radio y televisión.

Otros centros de experimentación electrónica miraban al Taller Radiofónico de la BBC por encima del hombro, por considerar que no era un laboratorio de experimentación pura, sin contar con compositores de peso, solamente poblado por técnicos anónimos. Lo cierto es que la utilización de técnicas de musique concrète al comienzo de su trayectoria, así como procedimientos propios que desarrollaron sobre la marcha como los "Oramics" de Daphne Oram, y los hallazgos sonoros realizados a finales de los 60 unidos a la adopción de los primeros sintetizadores comerciales británicos como el EMS VCS3, y más adelante los primeros samplers, les situaron tecnológicamente a la par de esos otros prestigiosos centros de investigación sonora.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Jörg Mager. El genio huraño (IV).

Éxito efímero


Jorg Mager y el Partiturophon, especializado en microtonalidad
Jörg Mager posa junto al partiturophon en 1930.
El aparente fracaso de la presentación del sphärophon en Frankfurt, no supuso un contratiempo para Jörg Mager, que siguió perfeccionando su instrumento. Patrocinado por la ciudad de Darmstadt, el Instituto Heinrich Hertz y la Radio del Reich, se le ofreció la posibilidad de disponer de un pequeño castillo a las afueras de Darmstadt, un lugar donde podría trabajar y desarrollar sus instrumentos. Mager firmó un contrato según el cual se le facilitaban y aseguraban los medios técnicos, trabajadores auxiliares y todos los materiales que fueran necesarios. El castillo había pertenecido en el siglo XVIII al primer ministro del landgraviato de Hesse-Darmstadt, el barón Friedrich Carl von Moser.

Contando con la asistencia técnica del físico y también inventor de instrumentos electrónicos Oskar Vierling, Mager continuó su trabajo con su nueva invención, el klaviatursphärophon (también llamado sphärophon II), de 1928. Grosso modo, se trataba del mismo sphärophon en el que se habían reemplazado las manivelas por dos teclados monofónicos de teclas pequeñas, que permitían al intérprete tocar ambos teclados simultáneamente produciendo un sonido duofónico. Continuaba tratándose de un instrumento esencialmente dotado para la música microtonal al que se le añadieron filtros adicionales por medio de resonadores mecánicos y altavoces especialmente construidos para él. Por vez primera, Mager diseñaba un instrumento más adecuado para la interpretación y más familiar para los músicos, que lo asimilaban más fácilmente por su gran parecido a un órgano de iglesia.

viernes, 29 de octubre de 2010

Raymond Scott. Deconstructing Dad

El film Deconstructing Dad sobre Raymond Scott
Portada del DVD del documental Deconstructing Dad 
sobre Raymond Scott dirigido por su hijo.
Uno de los lanzamientos más interesantes de este año relacionados con la música electrónica ha sido, sin duda, el del documental Deconstructing Dad. The Music, Machines And Mystery Of Raymond Scott (Waterfall Films, 2010), dirigido por Stan Warnow, en el que realiza un muy personal y completo retrato de la vida y obra de su padre, Raymond Scott 

Aunque a simple vista el título Deconstructing Dad (Deconstruyendo a papá), pudiera indicar la pataleta de un hijo despechado por la falta de cariño paterno durante su infancia, nada más lejos de la realidad. Warnow intenta ser lo más escrupuloso posible con la memoria de su padre y se muestra muy orgulloso del legado que ha dejado. Tal y como el propio director explica en la cuartilla informativa que acompaña al DVD: "esta es una película que me sentí completamente obligado a realizar, a fin de honrar la vida y legado de mi padre, haciendo todo lo posible para que su nombre y su trabajo perdure (...). Hacer esta película es también un intento de lograr una proximidad con él que nunca alcanzamos en vida, para mí supone obtener una visión de aspectos de su carácter y de su alma que no había percibido durante su vida".

Warnow, reputado documentalista, campo en el que lleva trabajando más de cuarenta años, realiza un trabajo minucioso de "disección" de la vida de su padre en distintos fragmentos o capítulos que él considera importantes y donde se entremezclan la vida personal/familiar y la musical del compositor, ilustrada con imágenes de archivo y la participación de numerosos entrevistados que aportan sus puntos de vista. En parte, más allá del interés intrínseco en lo musical, considero que este documental actúa como terapia de un hijo que padeció el llamado "síndrome del padre ausente", que aún hoy intenta comprender y conocer quién fue realmente su padre.

martes, 26 de octubre de 2010

Jörg Mager. El genio huraño (III).

El sonido de las esferas

Pitágoras, Jorg Mager, Música de las estrellas, Spharophon
Pitágoras y su doctrina de la "Armonía de las esferas" fue el
objetivo que siempre quiso lograr Mager con sus instrumentos.
Hacia 1925 Jörg Mager se encontraba financieramente imposibilitado de comenzar la aventura de desarrollar nuevos instrumentos, una situación que tantas veces se produciría a lo largo de su vida, y que le llevó a hacer un llamamiento a inversores, empresas e instituciones públicas para que entrasen en un negocio de futuro, el de los instrumentos electrónicos

Ciertamente las empresas de radiofonía no estaban interesadas en sus propuestas y se mantuvieron al margen. Los primeros apoyos los recibió por parte de los prestigiosos músicos y pedagogos musicales Georg Schünemann, y Leo Kestenberg, si bien fue gracias al crítico y músico microtonalista Richard H. Stein (1882-1942), y su ensayo Zukunftsmusik im Rundfunk “La difusión de la música del futuro” (1925), el que le abrió a Mager las puertas de las “instancias radiofónicas oficiales”, es decir, el Telegraphisch-technischen Reichsamt (La Oficina Técnica de Telégrafos del Reich), y el Heinrich-Hertz-Gesellschaft (Instituto Heinrich Hertz), de Berlín.

De este último centro formaban parte otros insignes pioneros electrónicos de la época como Peter Lertes y Bruno Helberger (creadores en 1929 del Hellertion), Harald Bode (al que más adelante se le conocería por su Melochord), Karl Willy Wagner (creador de más de la mitad de los instrumentos y aparatos del instituto, y creador de un sintetizador de voz en 1936), y sobre todo Oskar Vierling, otra de las piedras angulares de la tecnología musical electrónica alemana de entonces y creador de violines y cellos eléctricos e instrumentos electrónicos de teclado como el posterior Grösstonorgel de 1936. Vierling estaba  entonces colaborando estrechamente con Mager en la construcción de un nuevo instrumento que todavía se encontraba en un estadio embrionario pero muy prometedor. Finalmente Mager disponía del apoyo necesario y de los mejores medios técnicos de su tiempo.

viernes, 22 de octubre de 2010

Gil Mellé. The Andromeda Strain O.S.T.

The Andromeda Strain, Gil Melle, Intrada
Portada de la edición limitada en CD de 
The Andromeda Strain del sello Intrada.
El clásico de la sci-fi The Andromeda Strain (La Amenaza de Andrómeda. Dir. Robert Wise, 1971), basado en la novela homónima de Michael Crichton publicada en 1969, fue el primer best-seller de su autor trasladado a la gran pantalla.

La película, protagonizada por Arthur Hill, James Olson, Kate Reid y David Wayne, narra la llegada a la Tierra de un microorganismo letal a través de un satélite militar que se estrella cerca de Piedmont, un pequeño pueblo de Arizona, exterminando a la mayor parte de la población a excepción de un bebé y un viejo alcohólico. La situación desata la alarma y se activa el Proyecto Wildfire formado por un equipo especial de científicos que en un laboratorio subterráneo secreto debe, mediante el estudio de los supervivientes y de la cápsula espacial, determinar las características del agente biológico y encontrar el modo de neutralizarlo antes de que el ente activo en Arizona pueda extenderse y aniquilar a la especie humana.

The Andromeda Strain es probablemente la segunda banda sonora totalmente electrónica de la historia del cine. Su autor, Gil Mellé (1931-2004), sin embargo siempre consideró que la suya era la primera banda sonora completamente electrónica de la historia, aun a sabiendas de la existencia de Forbidden Planet (1956), a la que consideraba que se encontraba dentro del campo de los efectos de sonido.

A esta idea se apunta también el sello Intrada en los textos que se incluyen en el libreto de la edición limitada de 1.500 copias en CD, remasterizada a partir de los masters originales, aparecida en febrero de 2010, y agotada en pocos días. 

miércoles, 20 de octubre de 2010

EMS. What The Future Sounded Like

EMS, Peter Zinovieff, What The Future Sounded Like
Logotipo de EMS.
La entrada de hoy se centra en el elemento vídeo. No es que no tuviera ganas de escribir, todo lo contrario, lo que sucede es que en una página como Audionautas era inconcebible que no hubiera todavía una entrada dedicada a EMS (Electronic Music Studios), los pioneros británicos en el diseño y comercialización de instrumentos electrónicos, tradición que con los años seguirían otras firmas como EDP (Electronic Dream Plant), OSC (Oxford Synthesizer Company), o actualmente Novation, que al menos ha roto con la muy honorable tradición de las marcas de sintetizadores británicas de ponerse nombres rimbombantes que se acaban convirtiendo en tristes siglas.

Aunque he prometido que hablaría en algún momento sobre Peter Zinovieff, el creador de esta firma (y lo haré), pienso que los vídeos del documental australiano, no editado en DVD, What The Future Sounded Like son lo suficientemente interesantes y explicativos sobre la historia de EMS como para ir abriendo boca. 

Es una lástima, por otro lado, que no exista un libro que trate en conjunto sobre la génesis de la música electrónica británica, un legado que ciertamente está muy segmentado en varias referencias bibliográficas. Probablemente el libro que más trata sobre EMS es Analog Days: The Invention And Impact Of The Moog Synthesizer, de Trevor Pinch y Frank Trocco, una auténtica delicia, el retrato de una época irrepetible, no sólo de los pioneros de los sintetizadores comerciales como Robert Moog, Don Buchla, o Alan Pearlman (ARP), sino también de los músicos que vivieron esa época a caballo entre los años 60 y 70 como Wendy Carlos, Morton Subotnick, T.O.N.T.O's Expanding Head Band, etc. En fin, de este libro también prometo una crítica. 

lunes, 18 de octubre de 2010

Jörg Mager. El genio huraño (II).

Primeros instrumentos electrónicos


Jorg Mager, Kurbelspharophon, Microtonalidad
Jörg Mager interpretando el kurbelsphärophon (1923).
Tras la Primera Guerra Mundial, Jörg Mager se estableció en Berlín. En un principio, para poder subsistir económicamente, aceptó trabajos poco cualificados hasta que pudo entrar a trabajar en una fábrica de componentes radiofónicos, entre los que se encontraban tubos de vacío, emisores o receptores entre el más diverso instrumental. Mientras desarrollaba su trabajo en dicha factoría comenzó a interesarse en las posibilidades de la electricidad como futuro campo para llevar a buen término su teoría de crear instrumentos microtonales. Esa firma de componentes radiofónicos era Lorenz A.G., con cuyo soporte técnico y material Mager construyó su primer instrumento microtonal realmente electrónico, el electrophon de 1921.

El electrophon era un instrumento monofónico, que al igual que el theremin, y los posteriores ondes Martenot y trautonium, su principio sonoro estaba basado en el del heterodino. Este es un método según el cual se combinan dos frecuencias dentro del espectro de radiofrecuencias (no perceptibles por el oído humano), para producir una tercera frecuencia que es igual a la diferencia entre las dos frecuencias precedentes y que sí se encuentra dentro del espectro audible por el ser humano (entre 20 Hz - 20.000 Hz). 

En el caso del electrophon se utilizaban dos osciladores de radiofrecuencia en el rango de 50 Khz. A diferencia de otros instrumentos posteriores que incorporaron el teclado como elemento controlador, en el electrophon sus notas eran disparadas mediante el giro de una manivela metálica conectada al oscilador variable que regulaba la longitud de onda del sonido, creando un efecto de ‘glissando’. Bajo la manivela, se encontraba una placa semicircular donde estaban marcados los intervalos de las notas de la escala cromática. Los cambios en la textura tonal se lograban por medio de lo que se denominaba cadenas de filtros.

jueves, 14 de octubre de 2010

The History Of Electronic Music. Ronnie Sundin

The History Of Electronic Music, Ronnie Sundin, Hapna, noCube
La peculiar portada de The History Of Electronic Music de Ronnie Sundin.
Aunque quizá no lo parezca, la imagen de la derecha es la portada de un libro. No tiene ningún título identificativo, y la cornamenta de un reno junto a lo que puede ser una caja de ritmos y/o un sintetizador conectado a una mesa de mezclas y a un altavoz, quizá no ayude a que el lector se haga una idea clara sobre su contenido. No obstante, este libro es probablemente el más curioso que existe sobre la historia de la música electrónica.

Aquello que lo hace diferente es que no se trata de un libro escrito, sino de un libro ilustrado. La obra se titula The History Of Electronic Music y su autor, Ronnie Sundin (1973), es un artista visual y músico vinculado a la escena electrónica experimental de Malmö (Suecia), que un buen día tuvo la idea de crear con lápices y rotuladores una serie de ilustraciones sobre algunos colegas músicos como Mika Vainio, Lasse Marhaug (diseñador del libro), o Francisco López.

Con el tiempo, esos retratos iniciales se fueron ampliando con la incorporación de figuras clave en la historia de la música electrónica, como Pierre Schaeffer, Karlheinz Stockhausen, Iannis Xenakis, Oskar Sala, Kraftwerk o Throbbing Gristle, así como lo que el autor denomina "things that changed the world" (cosas que cambiaron el mundo), en la que incluye pequeños dibujos que van desde el manifiesto de la música futurista L'Arte dei Rumori del italiano Luigi Russolo, o el álbum Autobahn de Kraftwerk pasando por instrumentos electrónicos que han caracterizado el siglo XX como han sido el theremin, el sintetizador Moog o el magnetófono.

lunes, 11 de octubre de 2010

Jörg Mager. El genio huraño (I).

Jorg Mager, Partiturophon, Spharophon
Jörg Mager en una fotografía de 1930.
Con esta entrada comienza una serie dividida en cinco partes en las que glosaré la vida y obra del inventor y pionero electrónico alemán Jörg Mager, que iré alternando con otros posts en Audionautas

El texto es una adaptación al formato blog, con mínimas correcciones, de la biografía que escribí para el número 27 de la revista Margen en otoño de 2003, y que hasta ahora no estaba disponible en internet. Algo que seguro que notaréis a lo largo del  presente artículo, así como en los siguientes, es la falta de fotografías de Jörg Mager y sus instrumentos. Sobre este inventor existen escasísimas imágenes publicadas y ninguna grabación sonora (ya no hablemos de vídeos en Youtube). Por consiguiente trataré de amenizar el contenido lo mejor posible.

En todo caso, espero que a pesar de estos inconvenientes, el texto sea de vuestro agrado.

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El sueño de un cálido verano


"Jörg Mager fue una figura trágica".  Oskar Sala.

Considerado por muchos como el verdadero padre de la experimentación electrónica alemana, Jörg Mager fue ante todo un hombre que trató de superar los problemas financieros que le acuciaron durante toda su vida para alcanzar su sueño de desarrollar instrumentos microtonales electrónicos. Un hombre que dedicó su existencia a la ciencia del sonido, un alquimista medieval cuyo grial era la consecución del equivalente musical de la piedra filosofal, un sonido sobrenatural que no existía en el universo acústico y que sólo se podía generar por medio de la electrónica. La indiferencia de sus contemporáneos provocó que Mager se convirtiera en un inventor incomprendido, al tiempo que huraño y poco dado al lucimiento y divulgación de su obra. Alguien, no obstante, que dedicó su vida a una utopía, la de encontrar el instrumento perfecto.