viernes, 5 de noviembre de 2010

Oskar Sala. Subharmonische Mixturen

Subharmonische Mixturen, obra cumbre de Oskar Sala con el Mixturtrautonium
Subharmonische Mixturen, un álbum 
clásico en la discografía de Oskar Sala.
Hace ahora algo más de ocho años, el 26 de febrero de 2002 fallecía a la edad de 91 años Oskar Sala, el último gran representante de la música electrónica anterior a la Segunda Guerra Mundial. Con su muerte se extinguió definitivamente la llama de una generación de pioneros que además de desarrollar nuevos instrumentos como el Trautonium, el Ondes Martenot o el Theremin, fueron capaces de alcanzar altas cotas de expresividad con sus propias composiciones, años, incluso décadas antes de que el sintetizador se convirtiera en una realidad tangible.

Para aquellos que no sepan qué es un Trautonium cabe indicarles que su nombre proviene del de su inventor, el ingeniero alemán Friedrich Trautwein. En origen se concibió como un instrumento solista de concierto y para musicalizar programas de radio. Se trataba de un instrumento monofónico,
basado en la tecnología del tubo o válvula de vacío, inventada por el estadounidense Lee DeForest en 1906, y que fue la base de los instrumentos y aparatos electrónicos -no sólo con fines musicales-, hasta la invención del transistor en los Bell Labs a finales de 1947.

Esta válvula de vacío era el generador de una forma de onda (un sonido), de forma continua. Hasta entonces instrumentos como el Theremin y el Ondes Martenot generaban ondas senoidales (ondas puras, sin armónicos), pero la gran aportación de Trautwein fue la introducción en su instrumento de una onda en rampa o de diente de sierra en el circuito de oscilación, que se producía añadiendo a la onda senoidal principal otras iguales a diferentes frecuencias y volúmenes, es decir, se le agregaban armónicos, algo entonces completamente nuevo.

El instrumento estaba basado en la síntesis substractiva -la base de la síntesis analógica-, un método según el cual a esa forma de onda inicial, de rampa en este caso, se le "substraen" aquellos armónicos que no sirven para obtener el sonido requerido, tarea que se realizaba mediante un filtro de formante.

Oskar Sala interpretando una pieza con el doble control manual del mixturtrautonium transistorizado
Primer plano del doble control manual del Mixturtrautonium.
Lo que convertía al Trautonium en un instrumento único, era su control manual continuo -en sus primeras encarnaciones aún no sensible a la presión-, consistente en un cable conductor de la electricidad extendido a una altura de un centímetro sobre un raíl metálico de unos 70 cm de largo (más tarde fue de 90 cm), conectado a la válvula de vacío. El sistema funcionaba como un circuito eléctrico. Si el intérprete presionaba el cable resistivo tocaba el raíl completando el circuito y se generaba un tono, que venía determinado por la posición del dedo sobre el cable. El resultado sonoro era amplificado con altavoces en monofónico. 

El rango del instrumento era de tres octavas y media, que podían ser ampliadas o transpuestas a seis mediante un interruptor, mientras tanto un pedal controlaba el volumen general (más adelante también, se podía con él cambiar de octava o variar determinadas propiedades de un sonido). Este sistema dotaba, ya entonces, al Trautonium de una capacidad expresiva inaudita para la época, destacando muy especialmente su capacidad para realizar 'glissandos', 'vibratos' y 'portamentos'.

Los instrumentos que condujeron al Mixturtrautonium, cada uno de ellos incorporando mejoras en relación a sus predecesores, fueron los siguientes: Trautonium (1930), Volkstrautonium (1932), que fue uno de los primeros instrumentos electrónicos de la historia fabricado en serie, seguido del Rundfunktrautonium (1935), Konzert-trautonium (1938), Mixturtrautonium (1952), y finalmente el mixturtrautonium transistorizado de 1988, émulo con circuitos microelectrónicos del instrumento de 1952 con diversas mejoras.

Desde 1935 en adelante, Trautwein dejó la evolución del instrumento en manos de Sala, que lo transformó hasta convertirlo en el más fascinante precedente del sintetizador moderno, y en el centro de atención del álbum que nos ocupa.

En 1997, tras tres años de silencio discográfico desde las reediciones de los álbumes Trautonium-konzerte (Wergo, 1986/1994),
de Harald Genzmer, y la de Resonanzen (Originalton West, 1970/1994), Oskar Sala reapareció de entre la oscuridad de su pequeño estudio berlinés con Subharmonische Mixturen, un trabajo en el que recopila antiguos temas de su amplio repertorio de Trautonium y Mixturtrautonium no publicado con anterioridad, así como algunas composiciones por entonces recientes.

El álbum se abre con la pieza casi olvidada "Langsames Stück und Rondo für Trautonium" (Pieza Lenta Y Rondo Para Trautonium), compuesta por Paul Hindemith, en 1935 para el Rundfunktrautonium, una de las fases evolutivas que condujeron al instrumento definitivo de Sala, el Mixturtrautonium de 1952. En esta ocasión la pieza fue regrabada en 1985 y mantiene una línea bastante clásica, con abundantes sonoridades atonales y cierto aire de solemnidad casi catedralicia.

La parte principal del CD la compone la suite "Sechs Capricen für Mixturtrautonium Solo" (Seis Caprichos Para Mixturtrautonium Solo), compuesta con el nuevo Mixturtrautonium entre 1992 y 1995. A través de sus 45 minutos Sala demuestra la lucidez que proporciona la edad y toda la capacidad expresiva del control manual y los pedales de su instrumento mediante continuos 'vibratos', 'glissandos' y cambios de tono en una pieza de traviesos trazos románticos y melancólicos de una belleza cautivadora. Personalmente, considero que se trata de una obra cumbre para Mixturtrautonium, dado que aúna virtuosismo y una gran sensibilidad.

Tras esta demostración de genio, se incluye la pieza "Chaconne Électronique", en la que Sala recrea musicalmente su experiencia bélica (fue reclutado y enviado al Frente del Este en 1944, donde sufrió diversas heridas), con el Mixturtrautonium reflejando el caos, la destrucción y la muerte, a través de sonidos anárquicos e inconexos, de trazos furiosos, pero de una gran fuerza expresiva. Por momentos esta composición recuerda sobremanera al álbum Beaubourg (1978), de Vangelis, dada la similitud de algunos sonidos abstractos del Mixturtrautonium con los del Yamaha CS80 del griego.

Por último, para concluir el álbum, se incluye una versión editada de varios fragmentos de la banda sonora del film de terror de serie B Der Würger Schloss Blackmoor (1963), dirigido por Harald Reinl, en el que el Trautonium muestra su gran versatilidad a través de diversos pasajes con múltiples cambios de registro, que sugieren terror y misterio, tonos románticos, momentos plácidos y relajantes e incluso poderosos instantes rítmicos que tienen reminiscencias de música latina.

Es realmente una lástima que la obra de un hombre que consagró 70 años de su existencia al perfeccionamiento de un nuevo instrumento musical muriera con él, y no haya dejado discípulos que continúen su obra. En los últimos años de vida de Sala y con posterioridad a su fallecimiento, algunos artistas autodidactas como Jürgen Hiller o Wolfgang Müller han construido versiones propias del Trautonium o han reformado antiguos modelos. Su contribución no es en absoluto despreciable y al menos mantienen viva la llama del Trautonium para que no se pierda en el olvido, pero es evidente que ya nadie volverá a tocar el instrumento con el nivel de maestría de Sala y ciertamente Subharmonische Mixturen es una espléndida muestra de su vida y obra.

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