lunes, 31 de octubre de 2011

Oskar Sala. El último artesano (I).

Oskar Sala ante una fotografía del Mixturtrautonium, un instrumento electrónico único originalmente desarrollado por Friedrich Trautwein
Oskar Sala en 1995 sentado ante una fotografía del
instrumento que significó el trabajo de toda una vida; el
Mixturtrautonium de 1952. Foto: Deutsches Museum.
Con esta entrada da comienzo una serie de cuatro entregas dedicada a trazar la trayectoria musical del irrepetible músico y pionero electrónico alemán Oskar Sala y del instrumento al que dedicó su vida: el Trautonium. El texto presentado aquí es una versión revisada y ampliada de la biografía que apareció publicada en la sección "Audionautas de Ayer" correspondiente al número 24 de la revista Margen del invierno/primavera de 2002.

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L
a vida y obra de Oskar Sala se puede definir con dos palabras: dedicación e independencia. Sala fue un artista que dedicó setenta años de su vida a trabajar con un instrumento, el Trautonium -y el posterior Mixturtrautonium-, desarrollándolo hasta el punto de convertirlo en el más capaz y expresivo instrumento electrónico de su tiempo. También fue un creador que siguió su propio camino guardando celosamente sus conocimientos y su arte, permaneciendo totalmente al margen de las vanguardias "oficiales", y por consiguiente, siendo relegado a un relativo olvido.

Hasta su fallecimiento en 2002, Oskar Sala fue el último vínculo de unión con toda una generación de pioneros anteriores a la Segunda Guerra Mundial; una época en la que la música electrónica no existía como género, y en la que instrumentos como el Ondes Martenot, el Theremin o el propio Trautonium eran vistos por la sociedad de su tiempo como aparatos futuristas sólo al alcance de unos pocos o excentricidades surgidas de la mente de “científicos locos". Pasó un cierto tiempo hasta que esos instrumentos comenzaron a ser asimilados y entraron a formar parte de orquestas, a utilizarse como instrumentos solistas o a llegar al gran público a través de la radio o el cine. Gracias al infatigable trabajo de creadores como Sala hoy podemos conocer cómo era la protohistoria de la música electrónica.

jueves, 13 de octubre de 2011

Musiques Électroniques en France. 1974-1984

El sintetizador EMS Synthi AKS en la portada del recopilatorio Musiques Électroniques en France. 1974-1984
Portada del CD recopilatorio Musiques 
Électroniques en France. 1974-1984.
Como ya se ha comentado en Audionautas en ocasiones anteriores, la historia de la música electrónica en Francia durante los años 70 fue tan rica como en Alemania, si bien nunca gozó del mismo reconocimiento mediático y mucho menos aún de su trascendencia histórica. Por entonces abundaban en la escena los 'francotiradores electrónicos', sujetos o células independientes que generalmente experimentaban en solitario y que no se encuadraban en ningún movimiento musical concreto basado en los sintetizadores.

Este hecho y el escaso o nulo reconocimiento que consiguieron la mayor parte de esos músicos dio como resultado unas carreras breves que apenas dejaron huella. No obstante, muchos de esos artistas casi anónimos atesoraban un legado discográfico tan desconocido como interesante, que ya fue recuperado de manera parcial en el año 2000 por el sello alemán Hobby Deluxe con su recopilatorio L'age d'analogue.

Siete años más tarde, Musea, el sello de Metz especializado en rock progresivo decidió aportar su granito de arena a la historia del sonido electrónico de su país, con un recopilatorio centrado en artistas de un marcado carácter 'underground', que también tuvieron su papel en esta historia, y que abarcaría la década comprendida entre 1974 y 1984. Así nacía Musiques Électroniques en France. 1974-1984 (2007), una antología publicada dentro del subsello Gazul y encuadrado en una colección denominada Les Zut-O-Pistes dirigida por el multi-instrumentista y cronista musical Dominique Grimaud.

Con una significativa portada, dedicada al sintetizador británico EMS Synthi AKS, protagonista de muchas aventuras electrónicas acaecidas en Francia, Grimaud realizó una selección de artistas afines a su trayectoria musical como los grupos Lard Free o Verto, así como sus propios proyectos Camizole y Vidéo-Aventures, y donde el único punto de conexión que se establece con L'age d'analogue es la presencia de Richard Pinhas y su grupo Heldon, piedra angular del sonido electrónico francés en los 70 y artista ineludible en toda obra que se precie sobre ese período.

La colección Les Zut-O-Pistes está inspirada artística y conceptualmente en los dos volúmenes del libro/collage Un Certain Rock (?) Français, publicados por Grimaud en 1977/78 y dedicados a glosar la historia de los grupos de rock franceses posteriores a Mayo del 68. Con cierto aire de fanzine en su diseño gráfico y haciendo hincapié en la historia de cada artista, su discografía y una crónica con fotografías de la época, se constituye Musiques Électroniques en France. 1974-1984, una compilación de 74 minutos que incluye abundante material raro e inédito.