martes, 26 de octubre de 2010

Jörg Mager. El genio huraño (III).

El sonido de las esferas

Pitágoras, Jorg Mager, Música de las estrellas, Spharophon
Pitágoras y su doctrina de la "Armonía de las esferas" fue el
objetivo que siempre quiso lograr Mager con sus instrumentos.
Hacia 1925 Jörg Mager se encontraba financieramente imposibilitado de comenzar la aventura de desarrollar nuevos instrumentos, una situación que tantas veces se produciría a lo largo de su vida, y que le llevó a hacer un llamamiento a inversores, empresas e instituciones públicas para que entrasen en un negocio de futuro, el de los instrumentos electrónicos

Ciertamente las empresas de radiofonía no estaban interesadas en sus propuestas y se mantuvieron al margen. Los primeros apoyos los recibió por parte de los prestigiosos músicos y pedagogos musicales Georg Schünemann, y Leo Kestenberg, si bien fue gracias al crítico y músico microtonalista Richard H. Stein (1882-1942), y su ensayo Zukunftsmusik im Rundfunk “La difusión de la música del futuro” (1925), el que le abrió a Mager las puertas de las “instancias radiofónicas oficiales”, es decir, el Telegraphisch-technischen Reichsamt (La Oficina Técnica de Telégrafos del Reich), y el Heinrich-Hertz-Gesellschaft (Instituto Heinrich Hertz), de Berlín.

De este último centro formaban parte otros insignes pioneros electrónicos de la época como Peter Lertes y Bruno Helberger (creadores en 1929 del Hellertion), Harald Bode (al que más adelante se le conocería por su Melochord), Karl Willy Wagner (creador de más de la mitad de los instrumentos y aparatos del instituto, y creador de un sintetizador de voz en 1936), y sobre todo Oskar Vierling, otra de las piedras angulares de la tecnología musical electrónica alemana de entonces y creador de violines y cellos eléctricos e instrumentos electrónicos de teclado como el posterior Grösstonorgel de 1936. Vierling estaba  entonces colaborando estrechamente con Mager en la construcción de un nuevo instrumento que todavía se encontraba en un estadio embrionario pero muy prometedor. Finalmente Mager disponía del apoyo necesario y de los mejores medios técnicos de su tiempo.

Musik im leben der Volker, Jorg Mager, Spharophon
Guía de la exposición "Musik im Leben der Völker"
en la que aparece el sphärophon de Jörg Mager.
El 27 de julio de 1926 en el marco de la Kammermusikfest de Donaueschingen, Jörg Mager presentó su nuevo instrumento, al que bautizó con el nombre de sphärophon (literalmente, el sonido de las esferas). Los avances técnicos respecto a instrumentos precedentes eran escasos. Básicamente era su kurbelsphärophon de 1923 ligeramente mejorado, si bien el sphärophon estaba dotado de una mayor precisión a la hora de determinar las notas, algo de lo que carecían los instrumentos previos de Mager, así como el contemporáneo theremin, especialmente por sus mejoras técnicas en el accionamiento de las dos manivelas y por otro lado la adición de nuevos filtros que le conferían mayor flexibilidad tonal. No obstante, su manejo, mediante las dos manivelas presuponía un cierto conocimiento técnico por parte del músico. Por ello Mager utilizó el término “ingeniero musical” para designar al intérprete de su instrumento. Para Mager, el sistema de cuartos de tono era solamente un ‘compromiso’ entre su ideal del círculo pantonal (‘Alltonkreis’), y los límites de la técnica instrumental. Cuando construyó su sphärophon, Mager precisó que se trataba de un instrumento que por su ‘tolerancia’ artística, debe servir a ‘todos los sistemas’, hasta la división de la octava en sesenta y dos partes.

La Kammermusikfest de 1926, un festival de música contemporánea, incluyó la presentación de la denominada “música mecánica”. En el evento se incluyeron trabajos de Paul Hindemith, y Ernst Toch, para piano eléctrico y Welte-Reproduktionsklavier, un órgano electromecánico. Las figuras robóticas del escultor y coreógrafo de la Bauhaus Oskar Schlemmer, bailaron Das Triadische Ballet, con música de Hindemith.

El instrumento de Mager, presentado en la Zeppelinsaal, fue bien acogido en su première. Hindemith lo consideró como “la invención más revolucionaria en el campo de los instrumentos musicales”. Der Deutsche Rundfunk aventuró que “podemos afirmar sin exageración, que este es el instrumento del futuro”. Sin embargo, tal y como le sucedió al propio Mager, el sphärophon fue paulatinamente ensombrecido a medida que se iban presentando las más extravagantes ofertas del festival y a su finalización fue poco nombrado, excepto por unos pocos periodistas. Sólo aparecieron dos artículos en prensa. Herbert Weiskopf, escribió Sphärophon, das Musikinstrument der Zukunft (“Sphärophon, el instrumento musical del futuro”), aparecido en el diario de la Deutsche Rundfunk en donde vaticinaba que “el sphärophon podría convertirse en el instrumento ideal para crear todos los efectos deseados tanto para el cine como para la radio”. 

En una edición especial de Musik und Maschine apareció el artículo Das Sphärophon, en donde se apuntan las características del instrumento y se comenta que en la presentación del mismo se interpretaron piezas experimentales del propio Mager y de Georgy Rimsky-Korsakov (1901-1964), nieto del célebre compositor ruso, no obstante no se especifica nada sobre la construcción del instrumento o sus principios de generación sonora, ni su forma de interpretación e increíblemente tampoco se describe su sonido. Aparece una mala fotografía del mismo que no permite tan siquiera hacerse una idea clara de la forma del instrumento. El único que describió su generación sonora fue Arno Huth en el artículo Elektrische Tonerzeugung (“Generador sonoro electrónico”), en el número de Die Musik de octubre de 1927.

A pesar de las palabras de apoyo y el interés inicial demostrado, los compositores Hába y Wischnegradsky no crearon ninguna pieza para el sphärophon ni para instrumentos posteriores. Paul Hindemith se decantó finalmente por el trautonium, un instrumento originalmente sin tanta versatilidad tonal como los de Mager, desarrollado a partir de 1930 por Friedrich Trautwein, y Oskar Sala, y en el que el propio Hindemith participó como consultor en sus primeras encarnaciones, así como componiendo piezas clásicas de su repertorio tales como Triostücke für drei Trautonien (Piezas De Trío Para Tres Trautoniums, 1930), Konzertstück für Trautonium mit Begleitung Des Streicheorchesters (Concierto Para Trautonium Con Acompañamiento de Orquesta De Cuerdas, 1931), o Langsames Stück und Rondo für Trautonium (Pieza Lenta Y Rondo Para Trautonium, 1935). Finalmente sólo Georgy Rimsky-Korsakov realizó algunas piezas experimentales sin demasiada convicción.

Lev Termen, Leon Theremin, Jorg Mager, Spharophon, Musik im leben der Volker
Lev Termen presentando el theremin en la exposición
"Musik im Leben der Völker" de Frankfurt en 1927.

La segunda presentación del sphärophon tuvo lugar en el marco de la exposición Musik im Leben der Völker (“La música en la vida de los pueblos”), inaugurada en Frankfurt el 11 de junio de 1927 y clausurada el 28 de agosto del mismo año, y que tenía por objetivo realizar un recorrido por el pasado, presente y futuro de la música mundial, sus intérpretes, instrumentos, grabaciones, etc. Era la primera ocasión en la que tendría lugar un foro internacional sobre instrumentos electrónicos. La prensa musical de entonces no sabía muy bien qué credibilidad tendrían esos extraños instrumentos en el futuro de la música, pero todos eran conscientes de que su tecnología repercutiría en beneficio de una mayor paleta tonal a disposición de los músicos.

La mencionada exposición supuso también la presentación en Alemania de un joven inventor ruso que, a modo de prestidigitador sonoro, venía hechizando a las audiencias del continente con su curioso instrumento, el thereminvox o eterófono, y que respondía al nombre de Lev Sergeyevich Termen (Léon Theremin).
 
Mager era en todos los aspectos la antítesis de Termen. Había dedicado su vida al desarrollo y perfeccionamiento de sus instrumentos hasta el punto de su autoexclusión social y bienestar material. Era un idealista, preciso y sistemático, pero totalmente al margen del mundo. Mager era un pacifista, un asceta opuesto al consumo de alcohol y un esperantista. Frecuentemente padecía hambre y estrecheces económicas que le forzaban a abandonar sus investigaciones y retomar su trabajo como maestro y organista para mantener a su familia formada por su esposa Sofie Anna Mittermaier (1876-1946), y sus cinco hijos (cuatro varones y una mujer).
 
A diferencia de Termen, Mager tenía escaso interés en el espectáculo y le importaba poco cómo le vieran los demás. Pero al igual que el científico ruso, estaba dedicado en cuerpo y alma a la consecución del hipotético instrumento perfecto. Su equipo estaba considerado como muy avanzado en diseño y fabricación, pero era totalmente desconocido fuera de Alemania. Mager era también receloso, haciendo acopio de información técnica que evitara la divulgación de su trabajo por parte de terceros. Termen por otro lado, se estaba convirtiendo en un perfecto relaciones públicas y gran divulgador de su invención por toda Europa y ese mismo año 1927 desembarcaría en Estados Unidos, donde el theremin alcanzaría la gloria. 

El encuentro de ambos inventores en la exposición internacional de Frankfurt en 1927 hizo estallar un debate dentro de la comunidad musical de la época. “En el caso de Mager” -escribió el musicólogo Arno Huth- “el trabajo es sistemático, objetivo y científico; en el caso de Termen, es genial e intuitivo… más directamente subordinado al intérprete”. “En general” -sentenció el Musical Courier- “el instrumento de Termen, el más simple de todos, parece considerarse como el más avanzado”. No obstante, Max Eisler, informando acerca del evento para Musique et Instruments, afirmaba que Mager “permaneció casi completamente ensombrecido, aunque había ideado un instrumento en teoría y en la práctica superior al theremin… pero Termen, por su publicidad y demostraciones, atrajo y embelesó a la audiencia y cautivó a la prensa, en cambio el pobre profesor de Aschaffenburg, Jörg Mager, demostró su sphärophon ante unos pocos visitantes distraídos en la esquina oscura a la que había sido relegado”.

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