viernes, 24 de septiembre de 2010

Louis & Bebe Barron. Forbidden Planet O.S.T.

Forbidden Planet, Planeta Prohibido, banda sonora, ost
La banda sonora incompleta editada en CD.
Cuando los estudios Metro-Goldwyn-Mayer le propusieron al matrimonio Barron la creación de la banda sonora de una película de ciencia ficción inspirada en la obra de William Shakespeare La Tempestad, tanto los productores como los propios músicos sabían que no se iba a tratar de una película de ciencia ficción más. Forbidden Planet (Planeta Prohibido), que así se llamaba el proyecto, no se preveía que fuera el típico film fantástico de serie B que tanto abundó durante los años 50 en Hollywood.

El propio presidente de MGM, Dore Schary, contactó con el joven matrimonio de músicos Louis y Bebe Barron, que formaban un dúo creativo dedicado a la experimentación electrónica desde que en su boda en 1948, un amigo les regalara un magnetófono. La formación académica de ambos como músicos, la afición previa de Louis por la electrónica y las posibilidades del grabador hicieron que la pareja se volcase en experimentar con él. Establecieron en Nueva York su propio estudio de música electrónica (probablemente el primer home studio de la historia), y allí se codearon con la vanguardia artística de entonces. Por su laboratorio pasaron compositores como John Cage, David Tudor o Morton Feldman entre otros representantes de la llamada New York School. Antes de Forbidden Planet crearon las bandas sonoras electrónicas de dos cortometrajes de Ian Hugo -marido de la escritora Anaïs Nin-, como eran Bells Of Atlantis (1952), y Jazz Of Lights (1954).

Forbidden Planet (Fred M. Wilcox, 1956), contaba con Leslie Nielsen, Walter Pidgeon y Anne Francis como principales estrellas, además de "Robby The Robot," (uno de los primeros robots con personalidad que aparecieron en el cine). El film cosechó un gran éxito, aunque su vanguardista banda sonora no fue nominada para el Oscar, sólo sus efectos especiales, sin obtener el galardón. 

En el último momento antes del estreno de la película, la denominación Electronic Music by fue sustituida en los títulos de crédito del film por el ambiguo término Electronic Tonalities (tonalidades electrónicas), para describir el trabajo del matrimonio Barron, que había invadido diversos terrenos como los efectos sonoros y la propia música, y también para evitar susceptibilidades y posibles acciones legales por parte del poderoso sindicato de músicos cinematográficos estadounidenses, al que los Barron no pertenecían. Como su obra no se ceñía a los cánones de lo que entonces se consideraba "música", nunca fueron aceptados en la Musicians' Union, lo que provocó que tras Forbidden Planet nunca más pudieran componer una banda sonora para una película de Hollywood.

De los 70 minutos originalmente compuestos para la banda sonora, la edición en CD del 1989 del sello GNP Crescendo, apenas contiene 40. La eliminación de numerosas escenas de la película conllevó la supresión de la música que las acompañaba, que desgraciadamente no se conservó.


El interés intrínseco de Forbidden Planet se encuentra en los símiles sonoros que el matrimonio Barron utilizó para evocar la desaceleración de la nave espacial que llega al planeta Altair IV -en la pieza "Deceleration"-, el aterrizaje -en "The Landing"-, las inquietantes pisadas del monstruo Krell en los temas "An Invisible Monster Approaches", "Giant Footprints In The Sand", y "Battle With Invisible Monster", o los temas mecanicistas que recrean la civilización Krell como "Krell Shuttle Ride And Power Station" o "Ancient Krell Music". 

Lejos de utilizar generadores sonoros estándar, los Barron diseñaron y construyeron circuitería electrónica ex profeso para los diferentes efectos sonoros que componen todos los temas. El carácter sonoro de dichos aparatos estaba basado, según ellos, en un patrón de actividad propio, similar a los comportamientos de ciertos organismos unicelulares. Su técnica consistía en sobrecargar los circuitos que diseñaba Louis, con lo que se obtenían sonidos totalmente impredecibles, mientras Bebe por su parte registraba todas las sonoridades que se obtenían y a partir de las cintas grabadas extraía mediante diferentes procesos, propios de la musique concrète, las piezas que finalmente formaron parte de la banda sonora. 

Aunque existen precedentes en la creación de efectos sonoros electrónicos para bandas sonoras, tal es el caso del trautonium o el ondes martenot en largometrajes y documentales desde los años 30, en Forbidden Planet por vez primera llegan a la conciencia del gran público y también por vez primera no es posible disociar la parte musical y la de efectos sonoros, porque la música y los efectos están concebidos como un todo indisoluble creado exclusivamente por medios electrónicos.
 
Louis Bebe Barron
El matrimonio Barron trabajando en su estudio de Nueva York.
En Forbidden Planet nos encontramos con el primer precedente serio de la sonorización del cine contemporáneo mediante el empleo de la electrónica, siendo precursora de una profesión actualmente muy presente en el medio audiovisual como es el sound designer o diseñador sonoro, en cuyo desempeño es hoy indispensable el uso y conocimiento de diversa instrumentación electrónica, no ya únicamente para films de terror o ciencia ficción, sino para la gran mayoría de la producción cinematográfica que se viene realizando desde la popularización del sintetizador en la década de los años 70. 

La banda sonora de Forbidden Planet hay que entenderla como lo que es, un documento histórico, que más allá de su valor musical -que también tiene-, nos da una justa medida de hasta qué punto ha sido importante el desarrollo de la vertiente popular de la música electrónica frente al 'establishment' academicista.

2 comentarios:

  1. Quizás, lo mejor de la peli, es su banda sonora, sus efectos especiales, que se realizaron con mattes con gente que estaba con Disney y Loonie Tunes, Anne con esos pechos tan 50´s, y el Leslie Nielsen, cómico aceitunero en sus últimas puestas de escena. Enorme cásico, que veo cada año.
    Para repunte, cuando oí el disco de "Han llegado los robots", de Miguel Ruiz y Héctor hernández, siempre pensé en Forbidden planet.Y le hice un esbozo de video 3d, donde, cómo no, sale Robby.
    http://www.megaupload.com/?d=P4SJRQ8I

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  2. Sí, Forbidden Planet no es la típica peli de serie B de los 50. He visto unas cuantas de aquella década y esta es otra cosa, aunque aquellas del estilo de Cuando los mundos chocan, El monstruo de un millón de años o similares tienen su encanto. Supongo que por eso Forbidden Planet ha perdurado y esas otras cintas han quedado relegadas a un plano muy secundario. La película es muy completa en todos los apartados (incluidos los pechos y todo lo demás de Anne Francis, jejeje), y los efectos eran los mejores que se podían hacer en esa época.
    Robby al final fue una estrella, dado que apareció en multitud de series y películas posteriores de menor presupuesto. Según he leído es una de las primeros robots pensantes o con algún tipo de conciencia que aparecieron en el cine.
    Respecto a la música, lo dicho en la crónica, es un hito para el mundo de la música electrónica y el cine. Quizá es una banda sonora, que por su la forma cómo está realizada pierde sentido cuando se escucha de forma independiente al visionado de la película, o al menos no causa el mismo impacto.

    Un saludo

    Pablo/Audionaut

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