jueves, 11 de agosto de 2011

Totally Wired. A film about Schneiders Buero

Carátula del documental de Niamh Guckian Ahern dedicado a la tienda berlinesa de instrumentos electrónicos Schneiders Buero
Andreas Schneider en la carátula
del documental Totally Wired.
Schneiders Buero no es una tienda de instrumentos electrónicos convencional, ni tan siquiera exactamente una tienda, porque ¿qué establecimiento musical que se precie no vende el último sintetizador de Roland o la más reciente 'workstation' de Korg o Yamaha? Además, ¿cómo es posible que en pleno siglo XXI un negocio de estas características subsista con éxito sólo con la venta de equipo electrónico de naturaleza analógica? Es realmente un fenómeno insólito. Pero incluso así ¿qué hace tan extraordinaria a esta tienda como para haberse convertido en la favorita de músicos electrónicos de todo el mundo?

Los elementos que convierten a Schneiders Buero en algo diferente son varios. Esta pequeña empresa fue fundada por Andreas Schneider, un teclista apasionado de los sintetizadores analógicos y exrepresentante de varias bandas, que a finales de los años 90, viendo el auge que tenían tanto los equipos analógicos 'vintage' como los de nueva factura en medio de la revolución techno, decidió abrir una tienda en Berlín para cubrir un hueco en un mercado emergente centrado en los equipos analógicos poco comunes. Con el tiempo, su negocio se ha convertido en un referente internacional y en lugar de peregrinación para los 'synth geeks' de los cinco continentes.

En una era en la que los músicos electrónicos nunca han contado con tanta variedad de medios para la creación sonora, Schneiders Buero se convierte en firme adalid de la causa analógica, pero no de los equipos vintage, sino de nuevos sintetizadores, secuenciadores o cajas de ritmos que producen apasionadamente toda una serie de desarrolladores independientes, que han encontrado en la tienda berlinesa un aliado para dar a conocer sus invenciones. En su papel como guía espiritual de esta pequeña revolución, Andreas Schneider y su tienda han ejercido y ejercen como vendedores directos o como intermediarios entre estos fabricantes y decenas de tiendas de instrumentos musicales repartidas por toda Europa y Norteamérica, que cada vez más demandan estos productos.

Un recorrido por el interior de Schneiders Buero revela un extraño cruce entre una 'boutique' de alta tecnología que vende productos raros y exclusivos, no siempre aptos para todos los bolsillos, y un gran y desordenado bazar en el que dejarse seducir por los colores y los aromas de las especias, en este caso las formas y los sonidos de los tesoros analógicos que guarda literalmente en todos sus recovecos. Probablemente una tienda de estas características no podría estar ubicada en otra metrópoli europea que no fuera Berlín, capital mundial de la música electrónica desde hace décadas, ciudad cosmopolita por excelencia, y al mismo tiempo epicentro y altavoz de las principales vanguardias artísticas que acontecen en el Viejo Continente.

Con todos estos antecedentes en mente, la directora Niamh Guckian Ahern, profesional del terreno de la televisión, se planteó en 2008 la grabación de un documental autofinanciado que resaltara la idiosincrasia de la tienda de Andreas Schneider y su papel en la escena internacional de música electrónica.

martes, 2 de agosto de 2011

Space Art. Trip In The Center Head

La portada de Jean-Auguste Ringard, nombre artístico de Gilles Lacombe para el segundo álbum del dúo Space Art, Trip In The Center Head
Portada de Trip In The Center Head,
el segundo álbum de Space Art.
Después del inesperado éxito cosechado durante el año 1977 con su primer álbum homónimo, que llegaría a vender alrededor de dos millones de copias en todo el mundo, el dúo Space Art planteó el proceso de creación de su LP de confirmación de un modo similar al debut, es decir rápido y sin demasiados artificios.

En el ínterin, Dominique Perrier y Roger "Bunny" Rizzitelli abrumados por un éxito que no habían buscado, continuaron, juntos o por separado, desarrollando su trabajo en la sombra como músicos de sesión de diversos artistas franceses como Gérard Manset, Patrick Topaloff, Claude François o Saint-Preux.

No obstante, había que rentabilizar los ecos del single "Onyx", que a finales de 1977 todavía resonaba en emisoras de media Europa, con un lanzamiento que continuara los aciertos apuntados en su primer trabajo. La Navidad estaba a la vuelta de la esquina y tal vez la salida al mercado de un LP de música electrónica de corte cósmico/sinfónico en unas fechas tan señaladas para la venta de discos, podía significar un aliciente más para darle un espaldarazo definitivo al grupo y consolidar su posición en el panorama musical.

El álbum, que llevaría el extraño título de Trip In The Center Head, fue grabado y mezclado, al igual que su ópera prima, en el estudio A de los míticos Studios Ferber en noviembre de 1977. El equipo de ingenieros de sonido que tomaron parte en la grabación fue el mismo del primer álbum; Jacques Dutillet, Yves Galli y Joël Atlan, a los que se sumó también Franck Redlich. Por su parte, las mezclas finales las llevó a cabo el propietario del estudio y gran ingeniero René Ameline.